domingo, 4 de marzo de 2012

La Real Academia Española desacredita las guías del feminismo totalitario

El feminismo totalitario español (pincha), propietario exclusivo del discurso (y por tanto del pensamiento) acerca de la igualdad de derechos entre los sexos, hace años que pretende dictar no sólo qué puede decirse o no puede decirse, sino también cómo puede hablarse... Es el colmo de la dictadura de género: dictar el sistema lingüístico mismo. La lengua.
Sin embargo, la sociedad española no les hace el menor caso a esta panda de dictadoras totalitarias, bastante ignorantes, por cierto: recordemos la perla de las jóvenas o la de las miembras (por no entrar en la obvia incorrección del término 'presidenta'), escuchadas en boca de dirigentes del PSOE como Carmen Romero (exmujer del expresidente del Gobierno Felipe González) o la exministra de Igualdad Bibiana Aído, respectivamente. Sólo son un par de joyas memorables que, entre muchas otras memeces, han sido difundidas por la secta totalitaria feminista sin el menor rubor. Es más, una vez que se les ha mostrado su error, lejos de rectificar han hecho siempre bandera de sus disparates. Es lo que tiene la ausencia de sentido crítico (interno) cuando se une a un poder desmedido y que no acepta crítica externa alguna: la dictadura totalitaria del disparate.
Pero ya digo, el uso social de lengua no se deja domeñar tan fácilmente como las leyes que esta secta ha impuesto en el Parlamento a través de su control sobre los partidos políticos... Tienen el control del discurso (del pensamiento), pero no lo tienen ni lo pueden tener sobre la lengua. La RAE no ha hecho sino recordarles que esa batalla la tienen perdida (pincha aquí para leer el original del informe de la RAE completo).
Por supuesto, el diario EL PAÍS ha acudido raudo en ayuda de la secta feminista española, y ha reunido a seis "expertos" (no escribe "y expertas", aunque hay dos mujeres...) para, con la excusa de debatir el asunto, poner en cuestión las críticas de la RAE a las guías del feminismo totalitario (pincha aquí y lee la guía de CCOO, de 2010). Entre los "expertos" a los que EL PAÍS da esa categoría se ha colado alguno que no lo es tanto, en realidad, pero eso es algo habitual en este cansino e incoherente medio.

Teniendo en cuenta que la sociedad (no ya la RAE, que tampoco lo hace) no sigue ni va a seguir el dictado de la secta feminista española, concentrémonos en hacerle perder a ésta la otra batalla: la del discurso único, la del pensamiento único (la perspectiva única, que excluye la perspectiva de los varones -no de los machistas, como les gusta fantasear e imponer- del discurso sobre la igualdad). Eso debe terminar. La democracia está en juego (pincha).

Duro alegato de la RAE contra las guías de "lenguaje no sexista"

El informe aprobado asegura que, de aplicar estrictamente esas directrices de comunidades autónomas y universidades, "no se podría hablar".

ld/agencias 2012-03-04
El pleno de la Real Academia Española (RAE) ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades, porque, si se aplicara estrictamente cuanto dicen, "no se podría hablar".
A los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos, a pesar de que "está firmemente asentado en el sistema gramatical español" y de otras muchas lenguas, y recomiendan, por ejemplo, decir "la ciudadanía", en lugar de "todos los ciudadanos"; "las personas becarias", en vez de "los becarios", o "personas sin trabajo" y no "parados".
El informe "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", respaldado por todos los académicos asistentes al pleno del pasado día 1, puede consultarse íntegramente en el Boletín de información lingüística de la RAE (BILRAE), en la página web de esta institución.
Las guías analizadas son de la Junta de Andalucía y de la Generalidad Valenciana; de las universidades de Málaga (junto con el ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, y de Comisiones Obreras -en colaboración con el Ministerio de Igualdad- y UGT.
Estas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", porque, afirma Bosque, es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible".
Pero en esos textos se suele llegar a "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible": "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían 'la visibilidad de la mujer'".
Ante los argumentos de los lingüistas, los responsables de las guías podrían decir que sus recomendaciones proceden de "su sensibilidad ante la discriminación de la mujer en el mundo moderno".
Pero ese argumento "es insostenible, puesto que califica arbitrariamente de sexista al grupo -absolutamente mayoritario- de mujeres y hombres con una sensibilidad diferente", afirma Bosque.
"¿Qué se supone que ha de pensar de sí misma una mujer que no se sienta excluida de la expresión 'Se hará saber a todos los estudiantes' por mucho que la Generalitat Valenciana le diga que la están discriminando?" Las guías analizadas "son poco flexibles en este punto". Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo 'Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón' debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución", dice el autor.
Un buen paso hacia la solución del "problema de la visibilidad" sería "reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar", asegura Bosque, quien cree que las propuestas están pensadas solo para el lenguaje oficial.
Pero, luego, "la autoridad, el responsable o el gestor que desdobla usuarios y usuarias o ciudadanos y ciudadanas se olvidaría de su desdoblamiento cuando ya no esté delante de un micrófono o de una cámara y hablaran como todo el mundo".
La mayor parte de estas guías han sido escritas sin la participación de los lingüistas y el autor asegura que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".
"No hay, desde luego, ilegalidad alguna en las recomendaciones sobre el uso del lenguaje que se introducen en esas guías, pero es fácil adivinar cuál sería la reacción de las universidades, las comunidades autónomas, los ayuntamientos o los sindicatos si alguna institución dirigiera a los ciudadanos otras guías de actuación social sobre cuestiones que competen directamente a esos organismos, y, más aún, que lo hiciera sin consultar con ellos y sin tener en cuenta sus puntos de vista, cuando no despreciando abiertamente sus criterios".
Bosque tiene claro que el propósito último de las guías de lenguaje no sexista es loable porque quieren "contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral", pero no tiene sentido "forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad" ni "impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real".



La RAE dice que si se aplicaran las directrices de las guías de lenguaje no sexista "no se podría hablar"

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El pleno de la Real Academia Española (RAE) de la lengua ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que señala que "si se aplicaran las directrices propuestas en las guías de lenguaje no sexista en sus términos más estrictos, no se podría hablar". Además, apunta que las propuestas que los expertos realizan en estos manuales "no están hechas para ser adaptadas al lenguaje común".
   En el informe 'Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer', Bosque critica las guías sobre este tema publicadas por la Junta de Andalucía, la Generalitat Valenciana, y las universidades de Málaga (junto con el Ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, así como de CCOO y UGT. Entre las recomendaciones que se realizan en estos textos, destaca la sugerencia de utilizar 'la ciudadanía', en lugar de 'todos los ciudadanos', sustituir 'becarios' por 'personas becarias', o 'parados' por 'personas sin trabajo'.
   Para Bosque estas directrices llevan al lector a "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían la visibilidad de la mujer".
   El académico achaca esta situación a que la mayor parte de las guías publicadas en España sobre este tema han sido escritas sin la participación de los lingüistas y critica que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en el sistema lingüístico español, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".
   Además, ha apuntado que la sensibilidad defendida por los textos excluye las prácticas y el sentir general de los hablantes. En este sentido, ha destacado que a los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos, a pesar de que "está firmemente asentado en el sistema gramatical español".
   Por otra parte, Bosque señala que, ante los argumentos de los lingüistas, los responsables de las guías podrían decir que sus recomendaciones proceden de "su sensibilidad ante la discriminación de la mujer en el mundo moderno". Pero, a su juicio, ese argumento "es insostenible, puesto que califica arbitrariamente de sexista al grupo, absolutamente mayoritario, de mujeres y hombres con una sensibilidad diferente".




LENGUAJE | Conclusiones del la Academia

La RAE critica en un informe a los 'fundamentalistas' del lenguaje no sexista

  • Considera que 'no se podría hablar' si se aplican nueve guías sobre el no sexismo

Ana Mendoza (Efe) | Madrid
Actualizado domingo 04/03/2012 
El pleno de la Real Academia Española (RAE) ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades, porque, si se aplicara estrictamente cuanto dicen, "no se podría hablar".
A los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos, a pesar de que "está firmemente asentado en el sistema gramatical español" y de otras muchas lenguas, y recomiendan, por ejemplo, decir "la ciudadanía", en lugar de "todos los ciudadanos"; "las personas becarias", en vez de "los becarios", o "personas sin trabajo" y no "parados".
El informe "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", respaldado por todos los académicos asistentes al pleno del pasado día 1, puede consultarse íntegramente en el Boletín de información lingüística de la RAE (BILRAE), en la página web de esta institución.
Las guías analizadas son de la Junta de Andalucía y de la Generalitat Valenciana; de las universidades de Málaga (junto con el ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, y de Comisiones Obreras -en colaboración con el Ministerio de Igualdad- y UGT.
Estas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", porque, afirma Bosque, es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible".
Pero en esos textos se suele llegar a "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible": "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían 'la visibilidad de la mujer'".
Ante los argumentos de los lingüistas, los responsables de las guías podrían decir que sus recomendaciones proceden de "su sensibilidad ante la discriminación de la mujer en el mundo moderno".

Poca flexibilidad

Pero ese argumento "es insostenible, puesto que califica arbitrariamente de sexista al grupo -absolutamente mayoritario- de mujeres y hombres con una sensibilidad diferente", afirma Bosque.
"¿Qué se supone que ha de pensar de sí misma una mujer que no se sienta excluida de la expresión 'Se hará saber a todos los estudiantes que 'por mucho que la Generalitat Valenciana le diga que la están discriminando?" Las guías analizadas "son poco flexibles en este punto".
Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo 'Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón' debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución", dice el autor.
Un buen paso hacia la solución del "problema de la visibilidad" sería "reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar", asegura Bosque, quien cree que las propuestas están pensadas solo para el lenguaje oficial.
Pero, luego, "la autoridad, el responsable o el gestor que desdobla usuarios y usuarias o ciudadanos y ciudadanas se olvidaría de su desdoblamiento cuando ya no esté delante de un micrófono o de una cámara y hablaran como todo el mundo".
La mayor parte de estas guías han sido escritas sin la participación de los lingüistas y el autor asegura que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".
"No hay, desde luego, ilegalidad alguna en las recomendaciones sobre el uso del lenguaje que se introducen en esas guías, pero es fácil adivinar cuál sería la reacción de las universidades, las comunidades autónomas, los ayuntamientos o los sindicatos si alguna institución dirigiera a los ciudadanos otras guías de actuación social sobre cuestiones que competen directamente a esos organismos, y, más aún, que lo hiciera sin consultar con ellos y sin tener en cuenta sus puntos de vista, cuando no despreciando abiertamente sus criterios".
Bosque tiene claro que el propósito último de las guías de lenguaje no sexista es loable porque quieren "contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral", pero no tiene sentido "forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad" ni "impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real".

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/04/cultura/1330839500.html 

 

Informe de la RAE

http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000040.nsf/%28voanexos%29/arch50C5BAE6B25C8BC8C12579B600755DB9/$FILE/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_la_mujer.pdf

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