sábado, 6 de agosto de 2011

SUICIDIO MASCULINO tras ruptura familiar. Durkheim indica ya la explicación en 1898

Ese árbol que te ata y aisla, que es regado socialmente, es la causa determinante del suicidio

Pese a que a las autoridades españolas (no digamos ya al feminismo totalitario que acapara el poder en España en materia de bienestar social) no hace nada en absoluto por investigar las causas para explicar y, por tanto, para corregir las desigualdades en función del sexo en lo que al suicidio se refiere, los hechos son irrefutables y tercos: el suicidio es desde 2008 (pincha) la primera causa de muerte "externa" (no debida a causas naturales) en España, por encima de los accidentes de tráfico. El 80% de los suicidios corresponden a varones. En lugar de investigar para tratar de dar soluciones a esta evidente desigualdad (que no "diferencia"), las autoridades y los medios de comunicación afines al poder disfrazan y tergiversan los datos, también en el caso de los suicidios (pincha). Sin embargo, para su desgracia es empíricamente constatable un incremento de las diferencias entre el suicidio masculino y el femenino a partir de la entrada en vigor de la LIVG con el inicio del año 2005 (pincha). 

La relación entre el suicidio y la falta de lazos sociales del individuo ya la estableció Durkheim en El Suicidio en 1898 (pincha). Las causas del suicidio no son individuales, como le gusta decir al feminismo totalitario para eludir su responsabilidad y lavarse las manos. Las causas del suicidio son sociales. Allí donde los individuos tienen relaciones sociales menos sólidas y se ven abocados al individualismo o al aislamiento, el suicidio es más frecuente. ¿Por qué no existen investigaciones recientes sobre las causas sociales de la desigualdad en el suicidio en función del sexo?
Los varones divorciados son una población de riesgo por esa razón: el aislamiento tras la ruptura familiar. Apartados de sus hijos sin contemplaciones, pierden la disciplina vital a la que la paternidad induce. La Ley Integral contra la Violencia de Género (LIVG) no es en realidad una ley contra la violencia de género (pincha), sino que tiene como misión garantizar el apartamiento del varón de sus hijos tras el divorcio cuando la mera "justicia" civil no basta... Además, añade una ruptura de todos los lazos sociales del varón, incluidos los que proporciona el trabajo, con la amenaza de una prisión (alejamiento radical de la sociedad) que la LIVG estipula a menudo de una forma completamente GRATUITA.
Si nos atenemos a la clasificación de los tipos de suicidio que establece Durkheim, creo que el suicidio del varón divorciado y perseguido por la LIVG entra en la categoría del suicidio "anómico" mejor que en el "egoísta". En este último entraría el suicidio de los solteros, que también es más frecuente que entre casados. Pero el "anómico" es el suicidio inducido por situaciones de cambio, de ausencia de normas que den una disciplina clara de vida a las personas para satisfacer sus deseos vitales en sus relaciones sociales.

Quienes desde el poder callan y miran para otro lado hoy en España no sólo son culpables por pasiva negligencia, sino que lo son por su activa política de persecución y aislamiento de los varones divorciados por el hecho de ser varones. No estoy justificando actitudes machistas en los varones. Estoy denunciando a quienes, con la supuesta excusa de perseguir a los "machistas", atropellan de hecho a todos los varones por razón de su sexo. Denuncio su sexismo, su ignorancia supina y su despreciable inhumanidad.

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